El Dios Objetivo vs. El Dios Subjetivo
Juan 1:14 — “Y
el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de realidad;
y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre.”
Aspecto |
El Dios Objetivo |
El Dios Subjetivo |
Significado |
Se refiere a Dios tal como Él es en Sí mismo — existente
independientemente de la experiencia humana; el Dios verdadero, real y
absoluto, digno de ser adorado y conocido. |
Se refiere a Dios experimentado y disfrutado dentro de nosotros; Dios
se ha hecho “el Verdadero” en nosotros — la realidad divina que vivimos y
poseemos. |
Simbolismo |
Representa los atributos de Dios: verdad, santidad, justicia,
autoridad y revelación. |
Representa la vida, el Espíritu, la gracia, la realidad, la morada y
la comunión de Dios. |
Distinción |
El Dios objetivo es la verdad
fuera de nosotros — inmutable y revelada para nuestro conocimiento y
adoración (Juan 1:14). |
El Dios subjetivo es la realidad
dentro de nosotros — experimentada interiormente como vida y comunión
(1 Juan 4:15). |
Explicación |
Dios era
trascendente y estaba en los cielos, pero por medio de la encarnación, la
muerte y la resurrección, llegó a ser conocido objetivamente (Juan 1:14). |
Por medio de la
encarnación, muerte y resurrección de Cristo, Él entró en los creyentes como
el Espíritu morador para que lo experimentemos subjetivamente (1 Juan 5:20). |
Ejemplos |
En el Antiguo
Testamento, Dios se reveló a Israel, dio la ley y manifestó Su gloria; en los
Evangelios, la gente vio a Jesús haciendo milagros. |
En el Nuevo
Testamento, los creyentes experimentan a Cristo que mora en ellos — como dijo
Pablo: “Cristo vive en mí” (Gálatas 2:20), y “Dios permanece en él” (1 Juan 4:15). |
Aplicación |
Conocer al Dios
revelado en las Escrituras como el verdadero y confiable, digno de adoración. |
Experimentar a
Dios como nuestra realidad interior, permitiendo que Su Palabra, Su Espíritu
y Su vida operen en nosotros hasta que Él sea nuestra vida y expresión diaria. |
Relación mutua |
El Dios objetivo es la base del Dios subjetivo; sin la revelación objetiva
de Dios, no habría experiencia subjetiva. |
El Dios subjetivo es el cumplimiento del Dios objetivo; por medio de la
encarnación y el Espíritu, el Dios objetivo se convierte en nuestra realidad
— ambos son uno en experiencia. |
Pasajes relacionados |
Juan 1:14 — “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros, lleno de gracia y de realidad; y vimos Su gloria, gloria como del
unigénito del Padre.” |
Resumen
Clave:
La Biblia revela una progresión profunda: el Dios que era objetivo—existiendo
fuera del hombre como el Creador y el Dios verdadero—se ha hecho subjetivo
por medio de la encarnación, la muerte y la resurrección de Cristo. El Verbo se
hizo carne para que Dios pudiera ser conocido y experimentado. Ahora, mediante
el Espíritu que mora en nosotros, este Dios habita en los creyentes y se
convierte en su vida, gracia y realidad interior. Por lo tanto, la vida
cristiana no consiste solo en conocer a Dios objetivamente, sino en
experimentarlo, disfrutarlo y expresarlo subjetivamente como el Verdadero.
Conclusión:
Dios fue originalmente objetivo, absoluto y verdadero. Pero por medio de
la encarnación, la muerte y la resurrección de Cristo, Él se ha hecho nuestra
realidad subjetiva, permitiéndonos experimentarlo, disfrutarlo y vivir en Él.
Esta es la consumación de la economía divina: el Dios objetivo convertido en el Dios subjetivo.
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